La ganadería es actualmente la actividad agro-productiva que más territorio ocupa en el noroccidente de Quito. Tiene más de 50 años de historia en la localidad y aunque la productividad es baja, constituye un eje de la economía local y un modo de vida para muchas familias. Las fuertes pendientes y prácticas ganaderas poco sostenibles han ido disminuyendo las capacidades productivas del suelo. De allí que los sistemas tradicionales tiendan a ocupar grandes extensiones, provocando fuertes modificaciones al paisaje e intensas presiones, aún en la actualidad, sobre los excepcionales páramos y bosques andinos que son parte de este territorio y que proveen bienes y servicios fundamentales como la provisión de agua y la regulación del clima.

Sin embargo, hace varios años se trabaja en una propuesta piloto de ganadería sostenible que ha mostrado excelentes resultados tanto en la productividad como en mejoramiento del estado de los ecosistemas. La propuesta incluye un manejo zonificado de la finca con actividades de conservación y restauración, pastoreo intensivo rotativo en las zonas más aptas, aprovechamiento y manejo adecuado del agua, fertilización natural de potreros, sistemas silvopastoriles y bienestar animal. Su implementación en una finca modelo ha permitido triplicar la producción de leche e incrementar en gran medida la carga animal en las zonas productivas (Cabezas, J.C. et al. en prep.).

Los procesos de restauración son fundamentales para restablecer la conectividad de los bosques fragmentados que forman parte del paisaje del Noroccidente de Quito, para permitir la permanencia y recuperación de su extensa biodiversidad y los servicios ecosistémicos que proveen como la regulación del agua y del clima.

Los pastizales del Noroccidente de Quito, están compuestos principalmente de pasto miel (Setaria sphacelata), una especie de origen africano difícil de erradicar si se quieren restaurar bosques. La estrategia más económica, siempre que exista un bosque cercano como fuente de semillas, es la regeneración natural. Sin embargo esta puede tomar demasiado tiempo. Con el fin de acortarlo, se han desarrollado varias investigaciones y propuestas de restauración asistida, que incluyen en los sistemas especies y arreglos que ayudan a acelerar el proceso.

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Llamamos estratos a los conjuntos de vegetación de altura similar que forman los distintos niveles del bosque. Los bosques del Chocó Andino tienen entre 4 y 5 estratos diferentes: uno inferior de las plantas que cubren el suelo, luego arbustos y palmas pequeñas, un estrato de subdosel de palmas y árboles medianos, uno superior conformado por árboles de maderas duras y uno emergente, que sobresale del bosque, que incluye cedros y palmas de cera.